Para celebrar la llegada de la Semana Santa, os descubrimos una preciosa arqueta medieval que representa algunas escenas de la Pasión de Cristo. La Semana Santa es la conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurección de Jesús de Nazaret. ¿Sabéis por qué la fecha de su celebración varía cada año?, es muy sencillo, en el Concilio de Nicea (año 325) se promulgó que la Pascua de Resurrección siempre sería el primer domingo tras la primera luna llena de la primavera. Por ello no puede ocurrir antes del 22 de marzo, ni más tarde del 25 de abril.
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Esta arqueta de origen valenciano y fechada en el último cuarto del S. XIV, está realizada en madera y pintada al temple. En la pintura al temple el disolvente es el agua y el aglutinante algún tipo de grasa animal u otras materias orgánicas. Históricamente, la pintura al temple es característica de la Edad Media europea, siendo la forma más común el temple de huevo.
Como decíamos, podemos observar en ella escenas relacionadas con la Semana Santa. En el frente, la Última Cena, que se celebra el Jueves Santo. En ella se ve a Cristo rodeado de los apóstoles en torno a la mesa, todos nimbados excepto la figura que aparece apartada y que representa a Judas Iscariote. Además, los apóstoles más jóvenes presentan la barba partida y el peinado de melena cortada bajo el lóbulo de la oreja, típicos de las últimas décadas del siglo XIV.
En la tapa se representa la Crucifixión. Aparece Cristo en la cruz, con las figuras de S. Juan y de la Virgen María flanqueándolo.
Las arquetas eran un mobiliario de guardar muy habitual en la Edad Media. La que nos ocupa por las escenas que representa, tiene un uso litúrgico claro. Con ella os queremos desear unas muy ¡¡Felices Pascuas!!, que disfrutéis de unos merecidos días de descanso.