Banner

martes, 17 de enero de 2012

Finalistas del I Certamen de Microrrelatos

Queridos blogueros, queridos escritores,
Ayer dijimos que la elección de los ganadores del I Certamen de microrrelatos del MNAD había sido muy difícil. Hoy comprenderéis por qué.
Los relatos finalistas son los siguientes:

Autora: Lola Sanabria García
Título: Desolación

No pude conseguir mis gramos de felicidad. Y mira que lo intenté poniendo diques de sumisión. Imposible contener un diluvio que hacía remolinos y escapaba para otros lados. Seguí tu consejo y ahora voy a los museos a mirar cuadros. El vigilante y yo, los dos solos. Poca cosa para distraer un abandono tan grande. Aún me sorprende no oír la llave girando en la cerradura de la puerta. Unas veces a media noche, otras al amanecer, pero siempre volvías. Ceno en el salón, frente al televisor, para no pensar, mientras instintivamente acaricio el guante que te dejaste. Luego me tumbo en la cama y escucho en la radio, con los auriculares puestos, uno de tus programas preferidos sobre artes decorativas. Estoy a punto de conseguir una tregua de sueño, y entonces me asalta la idea aterradora de que tal vez llames y no pueda escuchar el teléfono. Me quito los cascos y en la vigilia, solo me consuela ver ese visillo de diseño, como un jirón que se ondula con el paso de la brisa de madrugada, a través de la ventana  de nuestro cuarto.

Autor: Oriol Fe Espín
Título: Mi chica


Mi chica. Cada sábado la encontraba en el museo. Nuestras miradas se cruzaban a menudo, pero nunca me atreví a decirle nada. Yo solía apoyarme en la repisa de la ventana y, mientras observaba las esculturas, le dedicaba furtivas miradas con mariposas en el ombligo. Las personas de mi alrededor no eran más que artes decorativas en un escenario en el que ella era la protagonista.
Pero este sábado fue diferente. Allí estaba ella, elegante como siempre, preciosa como el primer día que la vi. Llevaba un vestido de diseño, perfectamente complementado con un collar de amatista y unos excitantes guantes de seda negra. Apoyado en mi ventana vi sus grandes ojos negros, y esta vez no los rehuí. Me armé de valor y me acerqué a ella. Me esperaba. Me quedé a tan solo unos centímetros de sus labios, clavándole mis ojos en los suyos. Y la besé. La besé apasionadamente, de tal modo que no sentía nada excepto felicidad en mi interior. Nada ni nadie existía en ese momento.
Cuando giré la cabeza vi que todos los presentes me miraban sorprendidos. Se oyó una estruendosa alarma y dos gigantes uniformados se abalanzaron sobre mí. ¡Maldito hiperrealismo!

Autor: Santiago Eximeno Hernampérez
Título: Camino

—¿Tardará mucho? —le pregunto al operario.
En una posición incómoda, con el cristal de la ventana hundiéndose de forma desagradable en sus guantes grises, me mira.
—No mucho, señora.
—Gracias —respondo.
Ayer, diez pisos más abajo, encontraron el cuerpo de Luis. Su sangre había fraguado un extraño diseño sobre el arcén: un mandala incomprensible que hablaba sobre felicidad perdida, sobre insatisfacción, sobre soledad. Todo el departamento de Artes Decorativas se mostró compungido. Caras tristes y falsos recuerdos alegres de alguien que, al fin y al cabo, no era más que un desconocido.
Yo siempre le vi como un maestro. Seguí la senda que me marcaba, aprendí de sus aciertos y de sus errores. Pero no quise saber nada de su vida privada. De sus miedos. De sus dudas. No quise conocerle.
Qué fácil es aparentar pena por su muerte.
Por su suicidio.
—Bueno, ya está —dice el operario y se marcha sin despedirse.
Miro el cristal nuevo, el que reemplaza al otro que Luis quebró antes de lanzarse al vacío. Me pregunto por qué decidió hacerlo desde mi despacho. Por qué no quiso abrir la ventana primero.
Quizá quería, como en otras ocasiones, mostrarme cuál era el camino.

Autora: Ascensión Badiola
Título:

Julianus creyó que dedicarse a las artes decorativas y al diseño le traería la felicidad. Destinó muchas horas a crear un proyecto único, algo explosivo que le trajera la fama. Tras mucho esfuerzo, se le ocurrieron diez ideas sublimes, pero no interesaron a nadie. Desesperado decidió tirar la toalla y como no había ninguna, lo que tiró fue un guante por la ventana. El guante cayó sobre un cuadro de fondo blanco, apilado en las basuras. Estaba manchado de deshechos varios que aportaron gran colorido a la  sensacional  obra de autor desconocido que Rustif Clawer encontró tirada en plena calle y subastó en  Sothebys.  Varios entendidos pujaron fuerte y al final se vendió a un coleccionista privado por un millón de libras, a la misma hora que Julianus esperaba en la cola del paro, en la oficina de empleo de su barrio, a que le sellasen la cartilla.

Autor: Marcos Fernández Vázquez
Título: Génesis

Para no tener ni idea de artes decorativas, lo cierto es que no me ha quedado nada mal, pero he de reconocer que parte del merito lo tiene el diseño original: ergonómico, práctico y estilizado a la vez. Hoy es el día en que aquel prototipo tosco y básico que mi mente dibujaba, dejó de ser un sueño para convertirse en realidad. Un enorme sentimiento mezcla de orgullo y felicidad me invade por dentro, me siento realizado. Espera, creo que le haré otra ventana más en la parte delantera, así podrá verlo todo con más perspectiva. ¡Oh vaya!, he vuelto a mancharme, si es que es normal, hay barro por todas partes, además con todo el jaleo de la última semana no sé en donde he puesto las cosas, ¡llevo tres días buscando el guante derecho!, así es lógico que me ensucie.

Bueno, listo, ya está. Ahora solo falta ponerle un nombre……ummmmm…. creo que le llamaré Adán. ¡Buff!, cuando empecé con este proyecto no pensaba que me agotaría tanto. Creo que me acostaré un rato. Mañana, si me levanto con ganas, empiezo con la segunda versión y cuando la termine me cojo unas vacaciones, creo que me las merezco

Autor: Gorka Berasain Lizoain
Título: Una hora

Nunca se vio en la situación de tener que elegir entre sus sueños y la realidad, siempre lo tuvo claro. Él quería crear, expresarse y transmitir, en definitiva, compartir su visión del mundo. No sin muchos sacrificios lo consiguió y el diseño y las artes decorativas fueron su camino hacia la autorrealización. Su trabajo era su pasión, el estudio su hogar y su mente una ventana abierta a la imaginación. Pero ahora la situación daba un giro inesperado, le habían lanzado un guante que debía recoger. Tenía que elegir entre seguir adelante con su inestable vocación o claudicar ante el automatismo y la monotonía de un salario fijo. Años atrás no hubiera habido lugar a dudas, él era su única responsabilidad y la vida era sencilla. Pero en esa gris mañana en que hacía autorreflexión, la realidad distaba mucho de la de entonces, "ahora está ella y también nuestra pequeña", pensaba. El conflicto entre sentimientos y principios enturbiaba su otrora buen juicio... "¿Acaso alguna de las opciones por separado le aportaría plena felicidad?. ¿Qué significa que esta historia se repita noche tras noche en los sueños del paciente?. Tienen una hora para realizar el ejercicio. Buena suerte".

 
Autor: Sergio Pellicer Vallés
Título: Proyecto CAZPAD

Me tendieron un contrato, ¡qué felicidad, era tan afortunado! El novedoso Proyecto CAZPAD (Cazadores de Promesas de las Artes Decorativas) contaba con el apoyo de grandes empresas y el beneplácito de la sociedad. Su función era loable: echaban el guante a artistas noveles y tras formarlos los impulsaban a través de exposiciones internacionales. Los trabajos de sus alumnos, desarrollados con exóticos materiales de los que nunca nadie había oído hablar, solían venderse en subastas y alcanzaban precios estratosféricos.
Marché a vivir a una residencia anexa a su edificio central. Por el día recibíamos clases, por la noche dormía en una habitación en la que siempre sentí una inquietante presencia. A menudo soñaba con algún extraño diseño y al despertar necesitaba plasmarlo en mis tapices: seres de otro mundo, caligrafías desconocidas. En las subastas triunfaban, las pujas eran eternas. Nuestros trabajos se esparcieron por el mundo. Pronto hubo uno en cada casa pudiente, la gente los adoraba sin saber por qué; era como si su visión tuviese la capacidad de esclavizar la mente proporcionándole un placer inaudito, como una ventana a otra dimensión. Y en sueños, cada noche, sigo escuchando esa voz deliciosa que me grita… “¡Crea, humano!”.



En breve nos pondremos en contacto con los autores seleccionados, a los que se otorgará un accésit, además de un pequeño regalo.
Aprovechamos de nuevo para dar las gracias a todos los participantes. Seguid escribiendo, inventando e ilusionando a vuestros lectores como habéis hecho con el jurado del MNAD.

¡¡Enhorabuena a todos!!


6 comentarios:

  1. Enhorabuena a los ganadores y finalistas. Yo también participé, aunque no he tenido tanta suerte.
    He de decir, que me han gustado más las obras finalistas de Lola Sanabria, Oriol Fe Espin y Ascensión Badiola que los ganadores (sin menospreciarlos). Pero nunca he estado de jurado y seguramente cuando se tienen más de 350 relatos encima de la mesa debe resultar complicado elegir.
    Un saludo y muy buena la iniciativa de MNAD.
    Blanca

    ResponderEliminar
  2. Me encanta la puntualidad de ustedes.
    Buenos relatos; me impactaron los dos últimos en realidad. Buena prosa, narrativa atractiva. Ingenio "envolvente". Me quedo con esos, los otros...buenos, pero nada extraordinarios,
    algo enredados y extravagantes.

    ResponderEliminar
  3. Muchísimas gracias, es la segunda vez en mi reciente vida de escritora que quedo finalista. Hace ilusión. Un saludo

    ResponderEliminar
  4. Vaya, una agradable sorpresa ver mi relato finalista. Muchas gracias.

    ResponderEliminar
  5. Muchas gracias. Y mi enhorabuena para los finalistas.

    ResponderEliminar
  6. Enhorabuena a todos! Soy de Barcelona, pero si puedo ir al posible acto de entrega de diplomas intentaré estar allí. Puede que entonces nos conozcamos.
    Un abrazo a todos y felicidades!

    Oriol Fe

    ResponderEliminar