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jueves, 16 de agosto de 2012

Lo que la colección esconde (IX): William Morris

William Morris nació en Walthamsow, en las afueras de Londres, en 1834. Perteneciente a una familia acomodada estudió arquitectura, arte y religión en la Universidad de Oxford.

Morris fue un hombre polifacético, artesano, diseñador, impresor, poeta, escritor, político y pintor, al que le desagradaba la nueva Inglaterra industrializada, la situación en la que quedaban los trabajadores - especialmente los artesanos - y los productos ofrecidos al mercado por esta nueva industria.  Amaba la belleza y la naturaleza y despreciaba la fealdad que le rodeaba. Buscaba en el pasado una nueva utopía de comodidad y belleza. Pensaba que un arte hecho por el pueblo y para el pueblo constituye la felicidad de quien lo hace y quien lo usa.

William Morris
Con la idea de recuperar el espíritu de las artes y los oficios de la época medieval, en 1861 fundó, junto con Charles Faulkner, Dante Gabriel Rossetti, Burne-Jones, Madox Brown, Peter Paul Marshall y Philip Webb la empresa Morris, Marshall, Faulkner & Co. En 1875 la compañía pasa a llamarse Morris and Co, con Morris como único propietario.
También se interesó por la imprenta y la tipografía, lo que le llevó a crear Kelmscott Press en 1891.
Todas las iniciativas que llevó a cabo para revalorizar las artes decorativas se identifican con el movimiento Arts and Crafts, del que se considera a Morris fundador.
A través de sus empresas Morris ofreció al mercado una amplia variedad de productos: mobiliario, azulejos, papeles pintados y diversas producciones textiles.

Además de crear patrones durante casi 20 años, Morris llegó a conocer en profundidad todas las técnicas textiles comercializadas por su empresa y casi todas las fases del proceso de trabajo, conocimiento éste que consideraba básico para el artesano.
Morris eligió el telar manual jacquard frente al telar mecánico y prefirió los tintes vegetales a los nuevos tintes sintéticos. Le fascinaban los tejidos históricos - principalmente terciopelos del siglo XV - y exóticos. Recuperó procedimientos de tintado tradicionales de origen vegetal y se inspiró en la naturaleza y los paisajes que le rodeaban.

Morris recuperó el estampado con bloques de madera, en ese momento no olvidado, pero sí desbancado por la producción industrial. Este método de estampado en el más antiguo, básico y costoso y sus resultados son altamente artísticos.
Los esquemas decorativos propuestos por Morris se basaban casi siempre en dos construcciones básicas: la "red", formada por varios diamantes proporcionales, y la "rama", basada en una línea diagonal, más frecuente a partir de 1883.
En  la colección permanente del MNAD se conservan algunos de los diseños creados por Morris. El que hoy mostramos aquí recibió el nombre de Cray.


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Cray fue el diseño más complejo y caro de Morris y requirió 34 bloques de madera para la impresión manual, que se produjo en Merton Abbey en 1884.
En del MNAD se trata de un fragmento textil de algodón de 101 x 98 centímetros estampado en colores crema, salmón, gris, verde y negro sobre fondo de algodón en su color.
El fondo está decorado con pequeñas florecillas que cubren toda la superficie. Por encima se pueden observar peonias, tulipanes y hojas de acanto.
La decoración es en "rama". El fragmento conserva los orillos (Orillo: orilla del paño o tejido en piezas, hecho, por lo regular, en un hilo más basto y de uno o más colores) de algodón en su color.
Recibe su nombre por el río Cray, afluente del Támesis, quedando patente así el amor de Morris por la naturaleza. Y es que para él La belleza mezclada con la invención, fundada en la observación de la naturaleza, es la fuente principal del diseño decorativo. Si no es bello no tiene derecho a existir; si no es invención se hace aburrido; si no está fundado en la observación de la naturaleza difícilmente puede ser bello o inventivo. Puede llegar a ser simplemente extraño y monstruoso cuando se separa de la naturaleza.

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