Nuestros voluntarios culturales son una de las piezas claves del funcionamiento del Museo. En ad+ queremos darlos a conocer, que nos cuenten su experiencia y sobre todo agradecerles su fantástica labor. Ellos hacen posible que nuestros visitantes conozcan todos los secretos que guarda la colección permanente del MNAD, curiosidades que, sin ellos, pasarían desapercibidas. Enriquecen las visitas, enseñan, aprenden y comparten. ¡Vivan nuestros voluntarios culturales!
Hoy ha hablado para nosotros, en exclusiva, María S. Sopena, que lleva ya cinco años guiando a nuestros visitantes por las salas de este palacio de 1878, en el que "vive" el MNAD desde 1932.
Después de 5 años...
Repasando mi actividad como Voluntaria Cultural en el MNAD, después de 5 años, echo la vista a atrás y contemplo como, durante su transcurso, se han ido cumpliendo todas aquellas expectativas que me inclinaron a formar parte del referido colectivo.
La formación continuada que venimos recibiendo por parte de los profesionales del Museo, me ha permitido profundizar en el conocimiento de las diferentes piezas en él expuestas capacitándome para desarrollar mi labor frente a los diferentes grupos que visitan el MNAD.
La riqueza de la colección es tan grande, que es verdaderamente difícil elegir una pieza como favorita. Si tuviera que hacerlo, después de darle muchas vueltas, elegiría el "armario catalán del S.XVII", sito en la planta 2ª. Su diseño con elementos renacentistas y barrocos, la nobleza de las maderas en él empleadas y los secretos que encierra, hacen de esta pieza, según mi opinión, una de las más atractivas del Museo, sobre todo para los que tenemos la dicha de conocer su espléndido interior.
La experiencia acumulada y la instrucción recibida a lo largo de estos años han acrecentado mi amor e interés por todos esos objetos que, rodeándonos, nos hacen la vida mucho más agradable y cómoda al mismo tiempo. En especial citaría por el interés que en mí ha despertado la cerámica y la marquetería, de las que el Museo expone numerosas y riquísimas muestras.
María S. Sopena |
Además del enriquecimiento artístico y cultural que el voluntario recibe realizando esta actividad, existe otra faceta no menos importante: la cara social de la actividad. Nos mantenemos activos, ampliamos nuestros contactos y relaciones con nuevas personas que, en muchos casos se convierten en compañeros; compartimos conocimientos y experiencias, realizamos actividades culturales... En una palabra, nos mantenemos plenamente integrados en la sociedad. Nuestra actividad es una magnífica terapia para contrarrestar los momentos difíciles y/o complicados que acarrea la vida, y sin dudarlo puedo afirmar: el voluntario cultural recibe más que lo que entrega.
Para finalizar, quiero expresar mi agradecimiento a mis colegas voluntarios culturales en la tarea de guiar a nuestros visitantes por las dependencias de la Casa, por su acogida y amistad, y a la propia institución del MNAD que con sus programas de formación y complementarios a la propia actividad museística, han hecho tanto para mi propio enriquecimiento personal.
Muchas gracias María por compartir con nosotros tu experiencia. Como siempre, os recordamos que podéis recorrer junto a uno de nuestros voluntarios culturales el Museo todos los domingos a las 11:30 el público individual y de martes a viernes - previa reserva - los grupos. ¡Os esperamos!
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