En Primicia (III): Reloj de bolsillo de Losada

Hoy, en "En Primicia", os queremos presentar un nuevo inquilino del MNAD  que, como váis a descubrir, es un auténtico tesoro.

Se trata de un reloj de bolsillo tipo "saboneta" realizado por el que es considerado el relojero español más célebre de la historia, José Rodríguez Losada (1797-1870). La palabra saboneta viene del italiano savonetta, que era un tipo de jabón de pequeño tamaño. Ad+, esta tipología se distingue por tener una tapa que cubre toda la esfera y la "corona" -parte del reloj que sobresale para ajustar la hora- en las tres.



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Aunque se trata de una pieza realizada por un relojero español, su tipología es característicamente británica. Losada huyó a Francia tras el trienio liberal y acabó refugiado en Inglaterra, donde consiguió sus primeros trabajos como mozo de ayuda y limpieza en una relojería. A partir de entonces, se produjo el aprendizaje y desarrollo de lo que parece ser un genio oculto, una capacidad descubierta de forma bastante tardía que le ensalzaría hasta el cargo de relojero de Cámara de la reina Isabel II, la familia real y la armada militar española. Cinco años después de emigrar a Londres, ya era propietario de la relojería en la que aprendió y perfeccionó su técnica. Restableció las primeras relaciones con España y pronto consiguió cierto nivel de mercado. Sus clientes españoles fueron numerosos, desde Isabel II a empresarios y terratenientes con posibilidades económicas. Y es que Losada era uno de los primeros relojeros de nacionalidad española que realmente había triunfado en un campo casi siempre reservado a nombres franceses, ingleses, alemanes y, posteriormente, suizos.

Si bien es popular por su intervención en el reloj de la Puerta del Sol, que conoció durante su visita a España a finales de los años cincuenta, las obras que le llevaron a tener fama internacional fueron sus cronómetros de marina y sus lujosas sabonetas de oro, como la que nos ocupa.

Se sabe, asimismo, que su producción en Londres fue de 6.275 relojes, aunque tras su muerte en 1870 los herederos del taller siguieron produciendo con las mismas características y garantías piezas de gran lujo, como es el caso de este ejemplar con caja de oro cincelado.

Podemos decir que este reloj encarna perfectamente la famosa frase de "el tiempo es oro", así que ya sabéis.....Carpe diem....